viernes, 13 de noviembre de 2015

SESIÓN DE 27 DE JULIO DE 1813


En la ciudad de Santiago de Chile, a 27 de julio de 1813, hallándose reunidos los señores del Ilustre Ayuntamiento en su sala capitular para tratar en acuerdo ordinario del despacho de los negocios particulares del Cuerpo, mandó se viese el expediente que han obrado los vecinos de la calle de las Matadas sobre reparación de los empedrados, blanqueados y aseos de las casas que con parte de su peculio quieren costear para el recibimiento y entrada de nuestras tropas del Sur, sobre que el Superior Gobierno ha pedido se le informe acerca de su solicitud; acordó en su cumplimiento se ejecutase, accediendo a ella por la utilidad que resulta de la composición de dicha calle, y que el mayor costo que se impendiere podía salir del ramo de balanza, por ser el único que puede sufragarlo, porque los demás están destinados para otras atenciones precisas e indispensables; pero que, consultando el menor gravamen del erario, sería lo más conveniente excitar el esfuerzo y generosidad de los vecinos que no están en la lista de los contribuyentes, para que concurran a la obra como los demás.

Y, últimamente, se vio el expediente del Sargento Mayor de Voluntarios don Andrés Nicolás de Orjera sobre solicitud de carta de ciudadanía; y el Ayuntamiento, instruido del informe de su correspondiente Prefecto, acordó se reprodujese por su Procurador General. Con lo que se concluyó, y lo firmaron los señores, en la sala capitular, a 27 de julio de 1813. Jorge Godoy.- Joaquín de Trucíos.- José Antonio de Rojas.- Antonio José de Irisarri.- José Antonio Valdés.- Juan Francisco León de la Barra.- Isidoro de Errázuriz.- José María de Rozas.- Miguel de Ovalle.- Timoteo de Bustamante, Regidor secretario.

El siglo XX


En la noche del 16 de agosto de 1906 un fuerte terremoto dejó al museo gravemente dañado, dejando destruidos los costados norte y sur del edificio del MNHN y, consecuentemente, las colecciones que estaban albergadas en esos sectores. Al día siguiente, el entonces director del museo, Federico Philippi, se encontraba junto a otros colaboradores, rescatando lo que se podía de los escombros. Posteriormente se envió un informe al ministerio de Educación y se ordenó la demolición de los lugares peligrosos. Esto dio inicio a un trabajo de restauración que se prolongó por dos años, hasta enero de 1908, a tiempo para que el museo fuera la sede de un congreso científico. En abril de 1910 la dirección del museo recayó en el médico Eduardo Moore Bravo, bajo cuyo mandato se crearon tres nuevas secciones en el museo: Antropología, Botánica criptogámica y Aracnología e insectos dañinos. Además Moore promovió la creación de una Estación Zoológica Marítima y del Museo de Oceanografía en San Antonio. Para esto Moore logró una cesión de terreno en el puerto de San Antonio, sin embargo estos proyectos no se materializarían por falta de fondos. Asimismo se compraron la biblioteca y colecciones de los Philippi, y se editó la última entrega de los Anales del Museo Nacional de Chile, que sería suspendido por falta de fondos. Moore solicitó el desalojo del Instituto Agrícola, que funcionaba en el edificio del museo, pero su petición fue rechazada. Asimismo tampoco logró que en el MNHN se instalara luz eléctrica en las salas de exhibición, considerando que, a 1910, la mayoría de los edificios públicos chilenos contaban con ese servicio. Solamente en los años 60, siendo director del museo Humberto Fuenzalida, se obtendrían fondos y se habilitaría la iluminación de esas salas. Moore tampoco tuvo éxito en solicitar la devolución del Jardín Botánico de la Quinta Normal, que había sido transferido al Ministerio de Obras Públicas.
Salón Central del MNHN en 1907.
La década de 1920 fue muy difícil para el museo, que enfrentó serios problemas económicos. Esto llevó a recortes que ocasionaron despidos de personal y reducciones salariales de los investigadores. Por ejemplo, los Jefes de las secciones de Paleontología y Botánica criptogámica debieron ser degradados a ayudantes. Además, el tomo XI del boletín del museo fue el último que se editó en diez años, pues se suprimió el financiamiento de las publicaciones. Esta crisis culminó en abril de 1927, cuando Santiago sufrió un fuerte terremoto que afectó nuevamente las dependencias del museo. Estas sólo pudieron ser reparadas un año después bajo la dirección de Ricardo Latcham. Eduardo Moore ya había abandonado la dirección del museo, presumiblemente a partir de una renuncia por la falta de financiamiento que afectaba al MNHN. En abril de 1928, con Latcham, al frente del MNHN, comenzó una profunda labor de renovación del museo. Para eso, el director consiguió dineros del ministerio de Educación, dirigido en ese momento por Eduardo Barrios. Se donaron $200.000 pesos de la época, recursos que sirvieron para reconstruir el edificio y poner en marcha nuevamente al museo. Dentro de sus aportes está el haber gestionado una nueva planta de trabajadores, que permitió tener mejores salarios y contar con más investigadores. También se renovaron las colecciones y se retomaron las publicaciones del museo, que estaban suspendidas. El museo creció con nuevas plantas para oficina de la dirección, la biblioteca y la sala de taxidermia. Las obras de refacción del edificio se llevaron a cabo hasta 1931, con la terminación de la fachada del edificio, el vestíbulo, el Salón Central y ocho salas de exhibición, sin que se dieran por concluidas completamente. Esto recién ocurrió en 1968, cuando Grete Mostny era directora de la institución. Igualmente se logró, en 1938, concluir la reconstrucción de las alas oriente y suroriente.
En 1929, se dicta una nueva ley con la creación de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Museos, la cual albergaría todos los instituciones de este tipo que estuvieran en el país, frente a lo cual el museo debía formar parte de esta dirección que actualmente se conoce como DIBAM. Desde este momento, el museo pasa a tener la denominación que tiene actualmente, Museo Nacional de Historia Natural. Antes fue conocido como Gabinete de Historia Natural y Museo Nacional de Chile, y dependió de instituciones como la Universidad de San Felipe, la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad de Chile, el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública y la Dirección General de Enseñanza Artística del Ministerio de Educación. El 15 de septiembre de ese mismo año, se inauguró un nuevo pabellón en el museo para la biblioteca Abate Juan Ignacio Molina, bautizada así para conmemorar un siglo del fallecimiento de Molina.

Ricardo Latcham falleció en 1943, y fue sucedido en el cargo, como Jefe de Sección más antiguo, por Enrique Ernesto Gigoux, quien mantuvo el ritmo de trabajo y crecimiento del museo. Gigoux jubiló en 1948, dando paso a Humberto Fuenzalida Villegas como director del museo. Bajo el mandato de Fuenzalida se creó la sección de Hidrobiología y se remodeló el Salón Central con nuevos cuadros biológicos y nuevas exhibiciones. En tanto, las publicaciones del museo tuvieron un considerable impulso, puesto que se habilitó una pequeña imprenta en el museo. En 1956 se creó el Noticiario Mensual del Museo, cuya dirección quedó a cargo de Grete Mostny, mientras que en 1963 se crearon las Publicaciones Ocasionales. En 1963, Humberto Fuenzalida renuncia a la dirección del museo para asumir la dirección de la Escuela de Geología de la Universidad de Chile. Sin embargo sigue trabajando ad honorem en la sección de Geología del museo mientras su salud lo permitió, esto es, hasta 1966.

Generar conocimiento y promover la valoración del patrimonio natural y cultural de Chile, para fomentar y fortalecer su comprensión en la sociedad

Orígenes y desarrollo
El Museo Nacional de Historia Natural es uno de los más antiguos de América. Sus orígenes se remontan a los primeros años de Chile como país independiente. En 1813 ya estaba la idea de formar un museo de historia natural, esto se ve en un documento del 27 de julio de 1813, publicado en el periódico El Araucano, en el que se acuerda el establecimiento de un museo de estas características, en dependencias de la Universidad de San Felipe. El establecimiento de la institución se dio tras la entrega de un informe realizado por una comisión de educación del Senado, compuesta por prominentes personajes como Francisco Antonio PérezJosé Miguel InfanteAgustín EyzaguirreCamilo HenríquezJuan Egaña y Mariano Egaña, entre otros, quienes solicitaron, el 22 de junio de 1813, la creación de un museo. No obstante, la iniciativa no pudo materializarse en ese momento. Nueve años más tarde, en 1822Bernardo O'Higgins, entonces Director Supremo de Chile, encarga la tarea de fundar el museo al francés Jean Josseph Dauxion Lavaysse, nombrándolo por adelantado director de esa institución por fundar. Tras una nueva demora, en junio de 1823 Dauxion Lavaysse recibe un encargo adicional de parte del Director Supremo Ramón Freire: explorar el territorio chileno, y así recabar información sobre la mejor forma de colonizar el país y fomentar la conexión por mar y tierra. Dauxion Lavaysse falleció en el año 1830, sin cumplir ninguna de las tareas que se le había encomendado. Según lo relata Rodulfo Philippi, Dauxion Lavaysse era «un aventurero que había vivido en HaitíVenezuela y en el Brasil, y que tenía conocimientos, pero muy superficiales de varios ramos, lo que le había dado crédito inmerecido».
El museo fue fundado en propiedad el 14 de septiembre de 1830 por el naturalista francés Claudio Gay, quien llegó a Chile en diciembre de 1828 contratado para ser profesor en un colegio que sería fundado por el médico y aventurero Pedro Chapuis, compatriota de Gay, pero la iniciativa fracasó por falta de alumnos. Luego Gay fue contratado por el gobierno de Chile, a través del entonces ministro del Interior Diego Portales, para realizar un completo estudio sobre la geografía y diversidad biológica, de un país que para él era completamente desconocido. Además, el gobierno de la época le encargó «formar un gabinete de Historia natural, que contenga las principales producciones vegetales y minerales del territorio».5 Claudio Gay viajó por todo el territorio chileno, recolectando material para ser exhibido en el museo, incluyendo objetos prehistóricos. En 1838 el museo comenzó a funcionar en una sala del edificio de la Biblioteca Nacional, ubicado en la calle Catedral, entre Bandera y Morandé, a un costado de la sede santiaguina del Congreso Nacional. Este espacio fue ocupado luego por los Tribunales de Justicia. Ese primer museo contaba con una colección de objetos animales, vegetales, minerales y fósiles que recolectó Gay en sus viajes por Chile.

Los primeros años de vida del MNHN son descritos por Grete Mostny como un desarrollo muy ligado al contexto en el que surge el museo, el de la Independencia de Chile, «no era un gabinete de curiosidades como aquellos que habían dado origen a tantos museos europeos; tampoco surgió de las colecciones privadas de un rey o un príncipe. Desde sus principios fue un museo para el pueblo de Chile».

Desde el año 1876, el museo ocupa un edificio ubicado al interior del Parque Quinta Normal. El recinto, diseñado por el arquitecto francés Paul Lathoud, fue creado para albergar la Exposición Internacional de Chile, en 1875. La realización de esta exposición fue encargada a la Sociedad Nacional de Agricultura, y en su etapa de organización estaba entre ser montada en el Parque Cousiño o en la Quinta Normal de Agricultura. Fue finalmente este último el lugar donde se decidió realizar la exposición, para la cual se comenzó, en marzo de 1873, la construcción del edificio, que ocupó uno 10.000 m² de extensión.